jueves, junio 28, 2012

MANUAL DE VIAJES POR EL TIEMPO

" Pero en mitad del entrepaño más grande, algo extraño me llamó la atención. Sobre un terciopelo rojo destacaba un objeto negro. Me acerqué: era una mano, una mano humana. No una mano de esqueleto, blanca y limpia, sino una mano negruzca, reseca y con uñas amarillas. Se le veían los músculos y podían apreciarse rastros de sangre vieja, de esa sangre que parece mugre, sobre los huesos cortados de cuajo, como de un hachazo, hacia la mitad del antebrazo. Alrededor de la muñeca, una gruesa cadena de hierro, unida, soldada a ese sucio miembro, la ataba a la pared con una argolla lo bastante fuerte como para sujetar a un elefante(...)"
" Toqué aquel despojo humano que debía de haber pertenecido a un coloso. Los dedos, desmesuradamente largos, estaban sujetos por unos enormes tendones cubiertos, en algunos sitios, por jirones de piel. Aquella mano tan terrible de ver, despellejada de esa manera, hacía pensar automáticamente en alguna venganza salvaje(...)"
" -- Ahora esta cadena es completamente inútil, no creo que la mano vaya a escaparse.
Sir John Rowell contestó con seriedad:
- Ella siempre ha querido escaparse. Esta cadena es necesaria"





De " LA MANO", en EL HORLA Y OTROS CUENTOS -- GUY DE MAUPASSANT.

Más que el desenlace de la pequeña narración del escritor francés - el dueño del despojo humano es encontrado asesinado en su alcoba con unas extrañas e inquietantes marcas en la garganta, producidas, al parecer, por la presión de unos dedos de desproporcionadas dimensiones - interesa aquí ponerla en relación con la información expuesta por Francisco Ferrer Lerín en su relato titulado... LA MANO.


" La mano de hierro pende tranquila. Ligeramente fría y negra. Aproximadamente de unos 25 de largo. Sujeta una bola aplastada donde se enfrenta a menudo y en uno de sus dedos finos un anillo incómodo. Algo de mujer que brota de una puntilla breve.
 Simplemente un movimiento brusco y ya me pertenece. Un fuerte peso y algo ingrávido a la vez me ofuscan en un principio. Las oculto bajo mis ropas y huyo."
                                     http://ferrerlerin.blogspot.com.es/2012/06/la-mano.html




Existe , pues, una conexión entre ambos relatos. Hay detalles , como por ejemplo, la aparición del dedo índice de la mano amputada en la boca de la víctima que validarían la especulación sobre  posibles viajes a través del tiempo. La identidad del narrador del segundo relato debe pertenecer, necesariamente, a Sir John Rowell. Esto demuestra, cuanto menos, que Guy de Maupassant estaba al tanto de la narración futura, y decidió apropiársela para construir una historia de terror. Y no es el primer caso de plagio inverso. Los lectores recordarán sin duda la ilegal apropiación llevada a cabo por parte de los hermanos Grimm en su cuento " Del Enebro"- de notoria celebridad en estos últimos meses- de ciertas referencias Lerínicas.





2 comentarios:

  1. LA MANO

    La mano de hierro pende tranquila. Ligeramente fría y negra. Aproximadamente de unos 25 de largo. Sujeta una bola aplastada donde se enfrenta a menudo y en uno de sus dedos finos un anillo incómodo. Algo de mujer que brota de una puntilla breve.
    Simplemente un movimiento brusco y ya me pertenece. Un fuerte peso y algo de ingrávido a la vez me ofuscan en un principio. Las oculto bajo mis ropas y huyo.
    Ahora en la pared destinada promueve una satisfacción lógica. Reposa magnífica en lo encalado ayudándome a componer este relato. La miro y comprendo que debo mantenerme apartado de ella. Al menos unos instantes.
    En la calle un motivo irreconocible me impulsa hacia el lugar del drama. Vislumbro de lejos la muchedumbre vacilante en torno al portal. Logro penetrarla y situarme en primera fila. Alto y fuerte un policía interroga a los inquilinos del inmueble. Por fin logro ver la totalidad de la escena. La mano sangrante aún y ya amarilla destaca en el centro de la resinosa puerta. Algunos hombres desapacibles la desprenden de la madera y la trasladan a un recipiente estéril. Todo ello sucede rápidamente y pese a la emoción que me procura el cercano acontecimiento un dolor bárbaro sacude de golpe mi cuerpo. La presión de la masa humana aumenta y me imposibilita contemplar la extremidad de mi brazo izquierdo. Intento de nuevo la maniobra y la impotencia se convierte en tortura. Noto algo como líquido. El calor animal es insoportable y la opresión de la masa creo aumenta el flujo. Comienzo a abandonarme al vaivén que me envuelve. Hay canturreos con estrofas solemnes y horizontes salpicados de pequeños coágulos. La temperatura mengua y también el movimiento. Pasos de terciopelo. Pasos pequeños. Y luego algo como un silbido. Algo redondo.

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  2. Desde otra perspectiva.
    Exteriores. Día. Pueblo de Ascara.
    -P.P. Mano humana colocada en la puerta a modo de picaporte.
    Plano largo, con ligero temblor, sonido intermitente de zumbido de mosca en vuelo y murmullos constantes pero sofocados de fondo.
    -Dolly. La cámara comienza a retroceder lentamente encuadrando primero la puerta, luego la fachada de la casa y luego la plaza del pueblo repleta de gente apretujada: todos mirando la mano y emitiendo un ruido sordo no interpretable. La grúa, la cámara, discurre en su retroceso a pocos centímetros de las cabezas. (...)
    - Extraído del guión cinematográfico DIE RABE- 28-, obra del primer comentarista, al que quedo en deuda por la aportación del relato en toda su extensión, al blog Architeuthiano.

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